Proyectos Nacionales.Planteo y estudios de viabilidad 

Ana Grondona, soció­lo­ga, inves­ti­ga­do­ra y docen­te en la Universidad de Buenos Aires. Coordina el Fondo Carlos Mallmann en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.

Ciudad: Buenos Aires
Productor: Oscar Varsavsky
Personas Vinculadas: Eric Calcagno, Edward Holland, Manuel Sadosky, Carlos Domingo.
Ubicación: Fondo Oscar Varsavsky — Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (CeDInCI)
País: Argentina
Año: 1971

El tema de este libro es el futu­ro, lejano y cer­cano, de nues­tro país. Pero no se trata de futu­ro­lo­gía o pros­pec­ti­va en su sen­ti­do usual de ima­gi­nar el futu­ro más pro­ba­ble o vero­sí­mil; esto debe que­dar claro. No nos con­si­de­ra­mos obser­va­do­res de un pro­ce­so que se desa­rro­lla allá a lo lejos y cuyas ten­den­cias que­re­mos des­cu­brir para pre­de­cir con ellas lo que ven­drá, como se pre­di­ce si una estre­lla esta­lla­rá algún día. Por el con­tra­rio, somos parte de ese pro­ce­so e influi­mos en él. Nuestra futu­ro­lo­gía es pues cons­truc­ti­va y polí­ti­ca. Consiste en defi­nir un futu­ro que cum­pla dos con­di­cio­nes:
- que nos guste (y será cru­cial defi­nir quié­nes son “nos”);
- que sea via­ble, posi­ble de rea­li­zar (en las con­di­cio­nes his­tó­ri­cas par­ti­cu­la­res de cada país al que quie­ra apli­car­se este méto­do).

— Varsavsky, 1971

Proyectos Nacionales. Planteo y estu­dios de via­bi­li­dad es una obra fun­da­men­tal de Oscar Varsavsky (1920–1976), físi­co, epis­te­mó­lo­go y pla­ni­fi­ca­dor argen­tino. Publicada en 1971, repre­sen­ta un esfuer­zo pio­ne­ro por con­cep­tua­li­zar y eva­luar alter­na­ti­vas de desa­rro­llo median­te un enfo­que inno­va­dor que com­bi­na la crí­ti­ca polí­ti­ca con herra­mien­tas de mode­li­za­ción mate­má­ti­ca.

Oscar Varsavsky fue un cien­tí­fi­co y pen­sa­dor (1920–1976) que cruzó fron­te­ras dis­ci­pli­na­res hacia la epis­te­mo­lo­gía, la eco­no­mía, la pla­ni­fi­ca­ción y la filo­so­fía. Fue mili­tan­te del Partido Comunista y par­ti­ci­pó del Grupo Aráoz en la déca­da de 1940,: expe­rien­cia de vida comu­ni­ta­ria junto con el edi­tor Boris Spivacow que for­ma­ba parte acti­va de la vida cul­tu­ral de los círcu­los anti­fas­cis­tas de Buenos Aires.

Desde espa­cios como el Centro de Planificación Matemática (CPM) en Buenos Aires y el Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela (CENDES), Varsavsky impul­só un enfo­que que vin­cu­la­ba la cien­cia con la acción polí­ti­ca, prio­ri­zan­do la jus­ti­cia social y la sobe­ra­nía tec­no­ló­gi­ca fren­te a lo que deno­mi­na­ba el “segui­dis­mo” cul­tu­ral.

El libro plan­tea un mode­lo sis­te­má­ti­co para ima­gi­nar y eva­luar dife­ren­tes “pro­yec­tos nacio­na­les” o esti­los de desa­rro­llo, des­ta­cán­do­se por su enfo­que en la via­bi­li­dad físi­ca, social y polí­ti­ca de cada pro­pues­ta. Varsavsky cri­ti­có la obse­sión con el cre­ci­mien­to del PIB como métri­ca de desa­rro­llo y pro­pu­so una meto­do­lo­gía que par­tie­ra de la expli­ci­ta­ción de futu­ros desea­dos. Partía de iden­ti­fi­car 25 nece­si­da­des bási­cas y com­ple­jas, que iban desde la ali­men­ta­ción y la salud hasta la edu­ca­ción, la par­ti­ci­pa­ción polí­ti­ca y la auto­no­mía cul­tu­ral que era menes­ter satis­fa­cer de modo simul­tá­neo y uni­ver­sal.

Varsavsky se había per­fec­cio­na­do en el uso de la expe­ri­men­ta­ción numé­ri­ca con Edward Holland duran­te su tra­ba­jo en el CENDES de Venezuela, luego de su exi­lio como con­se­cuen­cia de la “Noche de los Bastones Largos”1. Allí, en cola­bo­ra­ción con Carlos Domingo, uti­li­zó téc­ni­cas de simu­la­ción compu­tacio­nal para pro­yec­tar esce­na­rios en con­tex­tos com­ple­jos, apli­can­do los prin­ci­pios de la nacien­te ciber­né­ti­ca. Estas expe­rien­cias sen­ta­ron las bases para su mode­lo MECI (Modelo Económico del Instituto de Cálculo), diri­gi­do por Manuel Sadosky y el len­gua­je COMIC  (COMpilador del Instituto de Cálculo), herra­mien­tas clave en la pla­ni­fi­ca­ción mate­má­ti­ca de la época.

En Proyectos Nacionales, sin embar­go, esta expe­ri­men­ta­ción quedó pen­dien­te para un segun­do tomo que nunca llegó a publi­car­se. Este volu­men pro­me­tía un aná­li­sis com­pa­ra­ti­vo más deta­lla­do de la via­bi­li­dad de los esti­los pro­pues­tos —CREAtivo, CONSumista, AUTOritario, LUNAr— des­ta­cán­do­se el CREAtivo como el más desea­ble y via­ble. Este últi­mo pro­mo­vía una socie­dad basa­da en la crea­ti­vi­dad, la diver­si­dad, la pro­pie­dad social y una par­ti­ci­pa­ción pro­fun­da, con­tras­tan­do radi­cal­men­te con los para­dig­mas con­su­mis­tas y auto­ri­ta­rios pre­do­mi­nan­tes.

En el libro, Varsavsky recu­rre a ele­men­tos pro­pios de la fan­ta­sía cien­tí­fi­ca como una estra­te­gia retó­ri­ca y meto­do­ló­gi­ca para pro­yec­tar futu­ros alter­na­ti­vos. Los nom­bres de los esti­los evo­can mun­dos posi­bles que, aun­que basa­dos en rigu­ro­sos cálcu­los mate­má­ti­cos, invi­tan a refle­xio­nar crí­ti­ca­men­te sobre las limi­ta­cio­nes del pre­sen­te. Esto se com­ple­men­ta al final del libro con la Fábula Monox, que ilus­tra cómo un grupo humano puede orga­ni­zar­se bajo prin­ci­pios alter­na­ti­vos. 

Este recur­so no es casual: Varsavsky había par­ti­ci­pa­do acti­va­men­te en la revis­ta de cien­cia fic­ción Más Allá de la Ciencia y la Fantasía, donde explo­ró narra­ti­vas que com­bi­na­ban rigor cien­tí­fi­co con ima­gi­na­ción crea­ti­va. En Proyectos Nacionales, esta heren­cia lite­ra­ria se tra­du­ce en un marco que uti­li­za la fic­ción como herra­mien­ta para rom­per con los esque­mas domi­nan­tes y abrir espa­cios para la inno­va­ción social.

El lega­do de Varsavsky, y en par­ti­cu­lar de esta obra, resi­de en su capa­ci­dad para com­bi­nar cien­cia, polí­ti­ca e ima­gi­na­ción, que, en el marco de los deba­tes lati­no­ame­ri­ca­nos sobre esti­los de desa­rro­llo, sig­ni­fi­ca un pre­ce­den­te para la cons­truc­ción de socie­da­des alter­na­ti­vas desde las peri­fe­rias. 

  1.  El 28 de junio de 1966, Juan Carlos Onganía lide­ró un golpe de Estado con­tra el gobierno demo­crá­ti­co de Arturo Illia, en un con­tex­to en el que el pero­nis­mo per­ma­ne­cía pros­crip­to. La lla­ma­da “Revolución Argentina” com­bi­nó un tra­di­cio­na­lis­mo cul­tu­ral de raíz cató­li­ca con una admi­ra­ción por sabe­res tec­no­crá­ti­cos moder­ni­zan­tes, pre­sen­ta­dos como neu­tra­les. Poco des­pués de asu­mir el poder, Onganía empren­dió un ata­que direc­to con­tra las uni­ver­si­da­des, espe­cial­men­te la de Buenos Aires. El 29 de julio, la poli­cía repri­mió vio­len­ta­men­te una toma pro­ta­go­ni­za­da por docen­tes y estu­dian­tes que se opo­nían a la sus­pen­sión del cogo­bierno uni­ver­si­ta­rio esta­ble­ci­do tras la Reforma de 1918. ↩︎
Referencias

Libros

Varsavsky, O. (1971). Proyectos nacio­na­les: Planteo y estu­dios de via­bi­li­dad. Buenos Aires: Centro de Planificación Matemática.

Varsavsky, O. (1974). Estilos tec­no­ló­gi­cos: Propuestas para la selec­ción de tec­no­lo­gías bajo racio­na­li­dad socia­lis­ta. Buenos Aires: Centro de Planificación Matemática.Varsavsky, O. (1975). Marco his­tó­ri­co cons­truc­ti­vo para esti­los socia­les, pro­yec­tos nacio­na­les y sus estra­te­gias. Buenos Aires: Centro de Planificación Matemática.

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