
Gracias a la vida
Cristofer Rodríguez Q. Profesor de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, Diplomado en Estudios de Música Popular y Magister en Historia Contemporánea de Chile. Es co-autor de 200 discos de rock chileno (Ocho Libros 2020) y del libro Con el corazón aquí: Estado, mercado, juventudes y la Asociación de Trabajadores del Rock en la Transición a la Democracia (Ediciones UAH, 2022). Ha escrito sobre música chilena en distintos medios como Rockaxis, El Desconcierto, Culto de La Tercera y el proyecto Los 600 discos de Latinoamérica.
Quería hacer algo distinto y demostrar que hay canciones chilenas que se pueden adaptar en un ritmo más internacional para que sean difundidas en el extranjero
— Cecilia Pantoja Leví, 1969.
En 1964, cuando Cecilia Pantoja Leví, más conocida como Cecilia la Incomparable, hizo su debut discográfico, ya encarnaba un símbolo de modernidad en el Chile provinciano de mediados del siglo XX. Su figura se convirtió en un fenómeno único de su generación al fusionar estéticas sonoras, diseño de moda y la actitud desafiante de una angry young woman. Mientras que otros artistas de la Nueva Ola enfrentaban los cánones de la adultocracia con cierta cautela y concesión, Cecilia, oriunda de Tomé, rompía barreras al usar pantalones, lucir un corte de cabello estilo mop top, y aparecer frecuentemente en televisión y revistas de moda. Desafiaba no solo el patriarcado y el centralismo, sino también una cultura juvenil que, aunque politizada, apenas tendía puentes con los fenómenos de masas y la naciente industria del pop.
Cecilia alcanzó el estrellato con rapidez, consolidándose como la artista más destacada de la década gracias a su talento y habilidad para navegar el conservador mercado del entretenimiento chileno. Parte de su éxito se debió a sus vínculos con distintos artistas de los más variados estilos, destacando figuras como Patricio Manns, Valentín Trujillo y Violeta Parra. En homenaje a esta última, en 1970 lanzó un disco que, aunque no ha sido suficientemente valorado por la crítica y el público, contiene algunos de los momentos más interesantes de su carrera: Gracias a la Vida.
El cuarto álbum de Cecilia, arreglado por el músico ‑y entonces sindicalista y simpatizante comunista- Valentín Trujillo, abre con una clara declaración de que su afán por expandir las fronteras estéticas y temáticas de su obra seguía vigente. Su versión de “Gracias a la vida”, compuesta por Violeta Parra, es interpretada con un enfoque audaz y alejado de la complacencia. La canción adquiere una intensidad y dramatismo singular al integrar cuatro tiempos de jazz en un crescendo con tintes de música progresiva. En la interpretación de Cecilia y los arreglos de Trujillo, la pieza alcanza un vigor indomable, como un negativo de la versión original: ahí donde Violeta transmite una dualidad tranquila, Cecilia expresa su gratitud a la vida entera en la plenitud de sus sentimientos y sentidos.
El disco no se detiene ahí: transita por géneros como el bossa, el gogo, la ranchera, e incluye el hit “Compromiso”. Para cerrar, Cecilia ofrece una versión de “Plegaria a un labrador” de Víctor Jara que altera el realismo de la obra original, convirtiéndola en una fantasía romántica a partir de la oración a un obrero. Con arreglos vertiginosos y tintes lisérgicos, su interpretación se acerca más a lo que hacían grupos como The Moody Blues y Procol Harum que a los exponentes de la Nueva Ola y la Nueva Canción Chilena que, por entonces, dominaban la escena musical del país. Este gesto de insolencia le permitió a Cecilia ampliar los márgenes estéticos de la canción de protesta latinoamericana dotándola de una efervescencia rockera y urgente. Una interpretación que logra nutrir el repertorio iberoamericano al otorgar al pop y la canción melódica un sentido presente de reivindicación política y de clase.
En 1970 Chile se encaminaba hacia su propia vía al socialismo de la mano de Salvador Allende y la Unidad Popular. En el ámbito musical, artistas como Ángel Parra y Aguaturbia se cuestionaban cuál era la mejor manera de tender puentes entre quienes deseaban cambiar el mundo sin ceder en sus posturas políticas ni en sus ambiciones artísticas. Cecilia fue una de las primeras en acercar las sutilezas artísticas de la cantautoría local con los avances tecnológicos y musicales del rock, el jazz y el pop más ambicioso de la cultura anglosajona. Gracias a la vida fue uno de los primeros discos en integrar en una sola obra las ansiedades políticas, sociales, generacionales y sexuales de la juventud chilena.
Referencias
Libros y publicaciones asociadas:
Peña, C. (2002). Cecilia. La vida en llamas. Santiago: Editorial Planeta.
Rolle, C., González, J. P., & Ohlsen, Ó. (2009). Historia social de la música popular en Chile: 1950–1970. Santiago: Ediciones de la Universidad Católica.
Otros enlaces:
Álbum Gracias a la vida, en playlist de Youtube https://www.youtube.com/playlist?list=PL9p5_93B_rz3329XFf2mUclH-gd0KLH‑L
Musicapopular.cl: Enciclopedia virtual fundada en 2006 con trabajo periodístico especializado, investiga y difunde la creación de música popular hecha en Chile. El equipo está conformado por Rodrigo Alarcón, Iñigo Díaz, Marisol García y Jorge Leiva. La entrada correspondiente a Cecilia fue escrita por el periodista Cristóbal Peña https://www.musicapopular.cl/artista/cecilia/
Entrada del disco en el catálogo Discogs https://www.discogs.com/release/9885206-Cecilia-Gracias-A-La-Vida
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